Que seas una ejemplar muñeca de memoria automática
En el tercer capítulo, Violet decide formalizar su entrenamiento como Muñeca de Memorias Automáticas inscribiéndose en una escuela especializada. Allí, en un ambiente académico, se sumerge en un mundo donde las palabras son la herramienta principal para conectar con las emociones humanas. Es en este nuevo entorno donde conoce a Luculia, una joven con una historia similar a la suya, y juntas exploran los límites de sus sentimientos. La relación que se forja entre ambas es fundamental para el crecimiento personal de Violet, quien comienza a comprender de manera más profunda el significado de la empatía y la conexión humana.
A través de una tarea escolar, Violet escribe una carta conmovedora para el hermano de Luculia, demostrando así el poder sanador de las palabras. Esta experiencia le permite a Violet darse cuenta de que su habilidad para escribir cartas va más allá de una simple tarea; es una forma de ayudar a las personas a expresar lo que llevan dentro y a encontrar consuelo en sus emociones. Con cada carta que escribe, Violet se acerca más a comprender el mundo que la rodea y a descubrir el significado de su propia existencia.